Te propongo un reto.
Levanta la cabeza del móvil, busca a alguien más joven que tú, a ser posible un adolescente y dile: «Vaya flow que me llevas, hoy vas todo facherito o facherita«.
Mira la cara que te ponen al acabar de decirlo.

Si han puesto cara rara, lo siento. Este no es tu tiempo. Tienes que reinventarte.
En mis tiempos…
Seguro que has escuchado esta expresión antes.
Empieza con aquello de ‘en mis tiempos’ y añaden alguna anécdota de aquellas a día de hoy nos parece graciosa, aburrida o si no es ni una cosa ni la otra la encontrarás ofensiva.
Esta expresión la solemos decir los que pasamos de los 30 años. La puedes decir antes de los 30 si eres un viejoven.
Creo que nunca he hecho servir esta expresión. Más que nada porque no acabo de entender.
Mis tiempos… nadie se puede apropiar del tiempo, ni de todo un siglo ni de unos cuantos años. Siempre me ha sonado raro. Cómo mucho te aceptaría que afirmaras que todo el periodo de tiempo mientras estás vivo y pululando por el planeta te pertenece.
Lo mío no tiene arreglo, no te preocupes. Siempre que oigo esta frase me la tomo en tono de humor. Entiendo que es una expresión y la decimos para hacer referencia a unos años de nuestra vida en los que estábamos on fire, para referirse a un buen momento. Cuando Estábamos en la onda.

Dejaste de actualizarte
Nos hicimos mayores, y se acabaron nuestros tiempos… pero ahí seguimos. Ya no te atreves a decir que este momento actual pertenece a ‘tus tiempos’.
Eso es porque dejaste de actualizarte.
Perteneces a este tiempo.
Para mí mis tiempos:
- Lo fueron a los locos 17 en la época del garage
- Lo fueron los superexigentes años de universidad.
- Lo fueron los años en los que regalé mi tiempo a una empresa de consultoría.
- Lo es ahora que me dedico a lo que quiero, que tengo tiempo para mí y estoy creciendo y soy más creativo que nunca.
- Lo será en unos años.
En resumen, pertenezco a todas mis fases. Siempre estoy viviendo en eso que llamamos mis tiempos
Y tú, ¿En qué momento estás?
Como siempre, ya te he planteado el tema, he aportado una pizca de pensamiento crítico (low cost) acerca del asunto, le he dado un toque de humor ylo he escrito con un lenguaje cercano. Ahora toca sacar una lección de aprendizaje.
Te tienes que reinventar
Ya te lo he escrito más de una vez. De hecho, creo que debo desarrollarla en un futuro en un artículo. Es esta frase que suelo decir:
No se trata de ser muy inteligente, sino de ver las cosas claras.
Yo mismo citándome
Te lo desarrollo de forma sencilla.
Es importante que tengas clara una cosa. Existes ahora.
Es más, es muy probable que mañana sigas aquí. Aunque por favor, no te lo creas. Del mañana no hay certeza científica, no te puedo garantizar que mañana amanezca.
Tal vez me estés leyendo y tengas mi edad o algo más, entonces tuviste tus tiempos. Tal vez seas más joven que yo, que seas algún alumno o alumna mío y estés en un buen momento.
Seas quien seas. Me encanta que estés aquí y ahora leyendo mi artículo en tu móvil o en ordenador. Justo en este momento. En tu tiempo.
En este momento que tiene su particular cultura, va fluyendo y cambiando.
Fluyes por el presente y encajas.
Si eres joven notarás que eres sensible a estas fluctuaciones y cambios que van sucediendo. Te enteras de todo. Entiendes la jerga que hacen servir los adolescentes. Hablas como ellos y formas parte de ello. A los más mayores noes encanta que tengáis personalidad.
Pero, no es por cortarte el rollo. Considera que muchas de las cosas que haces ahora, expresiones que sueles decir, los chistes que te hacen gracia, tal vez en 20 años sean ofensivos y un tema tabú.
Por decirlo de una forma clara. Tenemos fecha de caducidad.

Busca la manera de reinventarte con periodicidad
Mientras fluyes y eres parte de la moda, todo va bien. Pero llegará un momento en el que tal vez sientas que tu fecha de caducidad ha llegado.
Lo descubrirás cuando por primera vez unos jóvenes te digan en el supermercado: «señora, me deja pasar, solo llevo una cosa» o el típico «señor, ¿me puede pasar la pelota?»

Alguien más joven que tú te ha convertido en señor o señora.

Lo siento, pero esta transformación no es reversible.
A partir de ese momento, tienes dos opciones:
- Puedes apegarte a tu estilo y no cambiar nunca. Ser fiel a ti mismo hasta que resultes ridículo y carca. Te convertirás en una pieza de museo. De un museo arqueológico.

- Te reinventas y te adaptas a todo lo nuevo.
Sé que si estás leyendo esto has escogido la opción 2. Aunque sé que lo haces bien y lo tienes claro permíteme que te deje escritos unos consejos.
No quieras molar
No imites la última tendencia, eso te haría parecer ridículo. Trata de entender todo lo nuevo que pasa, interésate por conocer qué les gusta a las nuevas generaciones y sé tolerante.
No te vistas como los más jóvenes, no hables como ellos. Solo trata de entenderlos y haz que te entiendan. Adapta todo lo nuevo que traen a tu manera de vivir. Pero siempre con criterio y manteniendo un cierto decoro.
Redescrubrete
Redescubre sencillamente tu atención juvenil a lo que sucede a tu alrededor e incorpora lo que te gusta a un nuevo espíritu.
Sé que esta frase anterior cuesta de entender. Es normal, ni una sola palabra concreta, todo abstracto. Así no hay quien se haga una imagen mental. Te lo cuento con palabras más concretas.
Escucha todo lo nuevo que traen los más jóvenes: el trap, las criptomonedas, los directos de twitch… no te quedes solo con la música de los 90, el dinero fiat (el euro y el dolar) y la tele convencional…

Si te molestas en ir incorporando poco a poco estas novedades, descubrirás un sinfín de nuevas herramientas y puntos de vista que te enriquecerán.
No te cierres a nada nuevo. Aprende sobre lo que les gusta. Sé curioso y compara con lo que tienes o habias tenido.
Disfruta del camino
Si tienes cerca gente con energía y con espíritu joven, acércate a ellos. Te enriquecerán. Te nutrirán de su energía. Trabaja con ellos y como en los espectáculos de impro-show di que SI a todo.
Habla con los jóvenes. Aprende de ellos, interésate por lo que hacen, ofréceles tu punto de vista y algo de tu experiencia (pero sin dar la turra).
Absorbe todo lo que traen que sea nuevo para ti, filtra con criterio, no todo lo nuevo es para ti. Incorpóralo a tus habilidades y suma puntos. Será como cuando se actualiza tu sistema operativo. Seguirás haciendo eso que se te da tan bien y habrás incluido nuevas mejoras. Incluso podrás solucionar algunos de tus fallos.

Disfruta del proceso de reinventarte. Lo único a lo que debes temer es a convertirte en una reliquia social y cultural.
No hay tiempo para escribir más. Aunque mi tiempo no se agota, el ratito terapéutico-semanal para expresarme sí que se acaba. Me encanta que me leas y te lo agradezco. Ya sabes que me espero que me expliques que te ha parecido y estaré encantado de escuchar tu punto de vista, y si me traes algo nuevo y fresco, pues mejor. Si me traes algo de tus tiempos, pues también.