Nunca pares de aprender (parte 1)

No te puedes permitir parar de aprender

Desde hace años que lo oímos. Los robots harán el trabajo por nosotros.

En mi imaginación aparece esta imagen:

Robocop dirigiendo el tráfico delante del colegio, un modelo de terminator con el aspecto de Arnold Shwarzenegger de mayor que me trae la compra del Sorli a casa. Llego a casa y me recibe un mi robot mayordomo, de esos que son blancos y redonditos y cuando llego a la cocina aparece un brazo robotico al que le digo: << Jarvis, tráeme una cerveza>>.

Igual me he flipado un poco. La realidad es algo parecida, puesto que hay robots, pero con menos fantasía. En mi día a día, cuando voy a comprar al carrefour, los ‘robots’ son cajeros que permiten que tu mismo escanees tu compra. Cuando le pongo gasolina a mi moto y yo mismo gestiono el pago y manipulo la manguera con un líquido altamente inflamable (¿Ya se lo han pensado bien?).

La realidad no es tan romántica ni fantasiosa como yo me la imaginaba, pero en ambas realidades ocurre lo mismo: los trabajos que requieren habilidades medias y que son de fácil automatización son reemplazados por máquinas y software. Cada vez que avanzamos en ese aspecto, les toca a unos cuantos trabajadores adaptarse para seguir siendo competitivos.

Te toca adquirir nuevas habilidades y entrenarte para lo que se viene.

En mi caso tengo claro que me he de espabilar, mi trabajo de profesor tiene una parte que es fácilmente automatizable. Justo ahora aparece en mi mente el robot de cortocircuito leyéndose un manual de JavaScript en 5 segundos.

Perdona si te he espantado. Tampoco es tan grave el asunto. Tenemos tiempo para prepararnos. Si eres alumno mío o estás en mi día a día seguro que me habrás oído decir aquello de <<nunca pares de aprender>>. No lo digo porque lo haya visto en una taza de Mr. Wonderful, lo digo porque no nos podemos permitir parar.

Los trabajadores que triunfaran son y serán los que tengan habilidades híbridas

En cuanto acabé la carrera acabé de programador. Mucho glamur, pero aquello se basaba en que me decían lo que debía programar y lo hacía. Para eso era mi ingeniería superior en informática.

Una vez que acabó mi viaje del héroe y volví a la docencia, gané tiempo y mi espíritu se ensanchó (no se me ocurre expresión mejor para expresar el cambio) y tuve que empezar a llenarme. Decidí llenarme de conocimientos.

Aprendí sobre marketing digital, WordPress, metodologías docentes, hablar en púbico… al tener un perfil híbrido (conocimientos de informática, docencia y marketing digital) me he podido adaptar y por ahora no me va nada mal.

Pero que sepas que aprender de todo y leer mucho para dominar un tema no es nada fácil. El día a día no nos da mucha tregua y nos toca optimizar tiempo y recursos.

Por eso es muy importante aprender a aprender de forma óptima.

El meta aprendizaje para aprender de forma òptima

No te engañaré, aprender sobre un tema y convertirse en un experto en la materia no está a mi alcance.

Tal vez hayas oído esta afirmación en alguna charla o de alguien cercano, se suele decir es que para llegar a ser un experto en una materia hay que dedicar unas 10.000 a la materia en cuestión.

Ser un experto en algo no está al alcance de todos.

Pero en realidad, no hace falta ser un experto. Con dominar el tema es suficiente. Tal vez con 100 horas puedas obtener buenos resultados.

Pruébalo: escoge un tema que te interese, léete tres libros, ponlo a la práctica y verás como dominas el tema por encima de la media. A mí me funciona.

Pues toca aprender a aprender. El meta aprendizaje es básicamente el proceso de aprender cómo aprender. Tiene sus técnicas. Te las voy a ir explicando.

¿Cómo debes empezar a aprender una cosa nueva?

Primero debes estructurar como es la información que necesitas aprender.

No empieces absorbiendo información de manera aleatoria.

Empieza por el QUÉ

Primero divide el tema que necesitas aprender en tres categorías 

El qué, el porqué y el cómo

  • Hechos (el qué) lo que necesita ser memorizado.
  • Conceptos (el porqué) lo que necesita ser entendido. Es la información que requiere de una comprensión más profunda
  • Procedimientos (el cómo) o lo que necesitas saber hacer. Es lo que vas a tener que poner en práctica.

Te pongo un ejemplo. Si tienes que aprender un nuevo lenguaje de programación, tendrás que tener claro lo que has de aprender y clasificarlo.

Por si no estás familiarizado con la programación te sitúo un poco. Aprender un nuevo lenguaje, tiene algo de parecido a aprender un nuevo idioma. En el caso que sepas programar en cualquier lenguaje, podrás aprender un nuevo lenguaje con relativamente poco esfuerzo. Tendrás que aprender nuevo vocabulario (palabras nuevas), también tendrás que aprender las estructuras (como hacer bucles, llamadas a funciones…) y por último, ponerlo en práctica codificando.

  • Hechos – Las palabras reservadas del lenguaje. Las tienes que saber, memorizarlas (al principio haz servir algún manual)
  • Conceptos – Las funciones, las librerías, las diferentes integraciones con otras aplicaciones.
  • Procedimientos – Pon en práctica con ejemplos.

Por si no lo ves claro, piensa en lo que necesitarías para aprender un nuevo idioma. Como ya sabes hablar un idioma, primero tendrás que memorizar algunas palabras del nuevo idioma y su significado, después tendrás que entender como se forman las frases, debes comprender cómo puedes hacer una pregunta, como decir frases para describir algo, comprender las frases hechas propias del idioma. Por último, tienes que ponerlo en práctica. Tendrás que hablarlo si quieres aprenderlo realmente.

Una herramienta que te puede ir muy bien para esta clasificación es el mapa mental.

Coge papel y lápiz y haz tu mapa mental

Invierte un poco de tiempo al principio y clasifica lo que necesitas aprender en las categorías que antes te he mencionado. Hazlo en un papel o en un documento de Google, no te fíes de tu memoria.

Antes de empezar a aprender cualquier cosa, te recomiendo que hagas esta tarea analítica.

Ahora ya sabes qué vas a aprender.

Sigue por el CÓMO

Toca copiar.

copiate

Cópiate de aquellos que ya dominan el tema. Averigua cómo se han formado, que libros han leído, qué han hecho para llegar hasta el punto al que quieres llegar, cuáles son sus influencias…

Analiza a unos cuantos e identifica las estrategias que se están repitiendo en las personas que saben más que tú.

Ahora que has hecho de analista, considera que has destinado un 10% del total del tiempo que invertirás en aprender algo nuevo. En el caso que tengas un buen profesor, esta tarea ya la habrá hecho antes que tú. Si tienes esa suerte, tú solo tendrás que seguir el plan de trabajo que te proponga.

Hazte un plan de trabajo y focalízate

Una vez que tu mapa está listo debes ponerte manos a la obra y enfocarte para asegurarte que no te salgas del camino al momento de aprender.

Primero: Resérvate pequeñas porciones de tu tiempo en un calendario.

Ya te he hablado de la técnica del time blocking en anteriores post, pero por si no te acuerdas te lo resumo rápido.

Se trata de planificar en tu calendario pequeñas porciones de tiempo y dedicarlo a una tarea en particular.

Algo así:

Segundo: Mantén el enfoque mientras aprendes.

Ahora viene lo más complicado. Mantenerse atento.

Sobre todo, no te pongas en modo piloto automático. Pensarás que avanzas mucho, pero si no tienes el hábito y el compromiso acabarás por abandonar o quitándole prioridad.

Para combatir el piloto automático usa la intermitencia alterna entre materiales y modos de aprendizaje

El truco es el de controlar el tiempo.

Puedes hacer tramos de trabajo sin interrupciones y tomar un descanso cortito. Por ejemplo estudiar 30 minutos y parar con un descanso de cinco minutos. Así sucesivamente. Es la técnica del pomodoro.

Para usar esta técnica debes ser muy estricto. En mi caso utilizo un pequeño temporizador que me ayuda a no alargar los tiempos.

Tu nivel mental, tu nivel de energía y tu nivel de atención

Otro factor que has de tener muy clara en tu momento de estudio es tu nivel de energía. Eso determinará tu nivel de esfuerzo mental y la atención que puedas dedicar.

Esto no lo vas a poder medir. Guíate por tus sensaciones.

Usa tu sentido arácnido
  • Cuando notes un nivel alto de energía y de enfoque podrás enfocarte de forma intensa. Este estado de flow funciona muy bien para pensar lateralmente y formar esas conexiones que son necesarias para tareas creativas.
  • Cuando notes que tienes un nivel bajo de energía no te complique demasiado, ponte con las tareas repetitivas.

No hay tiempo para escribir más. Tiene mérito que hayas llegado hasta el final.

Espero que te haya resultado interesante y que hayas aprendido algo nuevo. Por mi parte, he investigado y he clasificado gran parte de lo que he aprendido sobre el meta aprendizaje para que tú solo tengas que hacer una lectura y entenderlo. Ya sabes que estaré encantado de hablar contigo sobre este tema o cualquier otro. Espero tu mensaje.

2 comentarios en “Nunca pares de aprender (parte 1)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ir arriba